Solos hemos llegado al mundo y solos nos iremos de este mismo. Puede que en la gran travesía de nuestra relativa vida conozcamos personas que nos marcaran de una manera u otra. Y es a través de estas personas que aprendemos de nuestros errores y podemos tener la oportunidad de ver con sus ojos, la otra perspectiva, la no idealizadora y egocéntrica que siempre tenemos. Pero al fin y al cabo somos nosotros mismos los que más nos ayudamos y nos damos la mano cada vez que fallamos, somos constantes y consecuentes, sin nosotros no existiría el resto, si nosotros no colaboráramos y accediéramos a mejorar nuestros pensamientos, se alejarían y volveríamos al principio... SOLOS, pero más solos que nunca o igual que siempre.
No nos dejemos influenciar por las opiniones de los demás, sirven pero si realmente sentimos eso, si nos dejamos llevar sin quererlo, terminaremos viviendo una vida que no queremos, una vida que no es nuestra, una vida ajena.