martes, 1 de noviembre de 2011


Como un ángel, bajaste a mi tierra
para llevarme a las nubes y al cielo,
para hacerme sentir la brisa del viento.

Despegamos con mi intensidad y
nos mantenemos en el aire con tu alas,
nos perdemos del mundo por momentos,
para disfrutar de nuestras almas.

Una mirada me mantiene atada
a tu corazón de ángel,
a tu sabiduría, a tu amor y
al momento en que me flechaste.


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